martes, diciembre 05, 2006

Ayer perdi mi mente en el bosque


Y así sucedió. Ayer perdí mi mente en medio del bosque, se escapó. No quiso estar más conmigo y decidió irse a cualquier parte, quizás se hartó de mis pensamientos, quizás quiso olvidarse de mis fantasías, y quizás quiso buscar otro dueño. En el fondo creo que mi mente es la que está loca, no yo. En fin, eso ahora no importa, sino que se fue y me dejó solo. Aún tengo mis ojos, ellos todavía no renuncian a mi, qué bueno, sino sería más difícil buscar mi mente. Mis manos y mis piernas aún permanecen en su lugar, qué bueno, me alivia saberlo.
¿Dónde estás mente? ¿A dónde te fuiste? Te quiero, de verdad, porqué te vas así no más, de rebelde, qué te pasa, si es que te encuentro tendré que hablar contigo, si, si uno de esos pensamientos filosóficos y existencialistas, ni modo, para qué te vas. Eres parte de mi, te guste o no, eres mi cerebro, eres mis neuronas, eres mi parte de mi cabeza, eres parte de mi vida, qué no? Ahora te aguantas, ya sé que tú no escogiste estar aquí conmigo, pero así son las cosas, somos uno desde toda una vida, y ahora resulta que te vas, y te me pierdes en el bosque, un bosque extraño por cierto, con árboles azules, morados, narajas y amarillos. Ni siquiera pudiste escoger un mejor lugar, no, precisamente elijes perderte en un bosque psicodélico. Bueno ya, ya, regresa por favor, mente mía, dónde estás, porqué te vas, porque te vas cuando más te necesito, si, de verdad te necesito, no puedo estar sin tí, regresa por favor, yo tampoco me aguanto a veces, el problema soy yo, no tú, vamos chiquita, vamos regresa, ya prometo escucharte más y dejarte descansar más seguido, vamos, ya, tranquila, no te pongas de reina, ni de princesa, así soy. Sé que a veces no te escucho pero es que ando muy ocupado en mis cosas, a ver, ayer no pensé nada en todo el día, a ver, ahí qué tal. Ya ves, no soy tan malo. Vamos ya, regresa a mi cabeza sí, por favor.....¿No? ¿No quieres? Entonces qué hago, sin tí no puedo continuar, sin ti ya nada es igual, no puede ser igual, qué hago entonces, regreso por tí mañana........¿Dónde está mi mente? ¿Dónde estás mente? ¡Dónde chingados estás, ya regresa a mi cabeza! Ya tengo frío, ya déjate de tonterías, que esas las hago yo, ya vamonos a casa, que estamos muy lejos. ¿Qué dices? Ya me perdonas por lo que te haya hecho y empezamos de nuevo, otra vez, juntos, desde el principio. ¿Te parece? ¡Caray! ¿Cómo puedo estar hablando así si no tengo mente? Tal vez no la necesito, sí, ¿me oyes? Si no quieres regresar mente, no regreses a mi, no te necesito....¿Quién necesita una mente?,necesitamos el corazón, los pulmones, ojos, lengua, pero a tí, quién te necesita, a ver, mira aquí estoy, sin mente, con la cabeza vacía, pero aquí sigo. Quizás así esté mejor, no te puedo obligar a estar conmigo, si así lo has decidido vete con quien mejor te parezca. Quédate con ese árbol azul, con la nariz larga y arrugada, a ver si con él puedes imaginar las historias que juntos vivíamos, o ese otro, el árbol chaparrito, ese naranja, qué te puede contar él, puras tonterías de sus duraznos y cerezas. Va. Tú sabrás, tú y yo sabemos que debemos estar juntos, por favor ya regresa. No pasó nada, no tuve éxito, he perdido mi mente en un frío y extraño bosque.