¿Cuál prefieres?......¿Cómo quieres que te baile? Me preguntó la maestra de baile y dueña del Table Dance donde ibamos a grabar un sketch para la televisión.
-¿Cómo prefieren que salga para la filmación? Les preguntó a la gente de producción.
-Pues de todas, le contesté, riéndome. Creo que fue la última vez que reí durante todo el rodaje.
Más allá de la anécdota, escuchar las historias que relataba la maestra de sus "alumnas", y de bailar en tubo (sí, sí bailé en tubo, como parte de un juego entre nosotros, se siente raro y divertido subirse a un escenario cuando sabes que nadie te está mirando. Pero definitivamente no es un juego, es más profundo que eso). Es un trabajo, y uno de verdad difícil, que deja huella indeleble para bien o para mal, es la única opción para sobrevivir de millones de mujeres. Para ellas no es un juego y tampoco es divertido.
La reflexión es inevitable después de pasar más de 7 u 8 horas de grabación dentro de un table dance de la "Zona Rosa" en la Ciudad de México, es imposible no pensar y sentir todas las historias que han pasado por ahí, en el mismo tubo, en el mismo escenario, en esos pasillos tatuados de distintos olores, a veces un poco ácidos y otras más extremadamente tristes.
Sentía e imaginaba al mismo tiempo las miradas de todos los hombres sedientos de un poco de piel femenina, hambrientos de sexo, de un trocito de cielo, del paraíso sexual, dispuestos a pagar cualquier cantidad con tal de tocar el placer, tocar la seducción de una completa desconocida. Sólo eso, una desconocida, un trozo de carne, un cuerpo espectacular, sólo eso.
Olvidándo completamente que es una mujer la que tienen enfrente; sólo es un objeto de deseo, no es una persona, es una simple y corriente "bailarina", una "teibolera", nada más. Jamás se atreven a pensar que es una persona, que podría ser su hermana, su esposa, su amante, su hija, su futura novia, no, eso no pasa por la cabeza de ningún hombre, olvidan que quizás tengan una vida miserable, tan miserable como la de ellos mismos, o talvez una vida digna de contarse. Se les olvida que es una vida humana la que tienen frente a sus ojos y están ahí por infinitas razones, no es una persona para ellos, es una "teibolera" nada más.
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Reconozco el valor de esas mujeres, no debe ser nada fácil llevar una doble vida, y bailar todas las noches frente a un montón de desconocidos lujuriosos viéndolas con la baba en la boca, aguantándo todos los prejuicios que caen sobre ellas, y tragándose todas las razones que las llevaron a estar ahí.
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