Hace tiempo que escucho voces, ruidos y cantos de diversos seres que no parecen ser humanos. Veo hormigas gigantes en mi cuarto y sus patas rozan mi cuerpo sobre mi cama. Hay ruidos y leyendas en mi mente y fuera de ella. Y casi siempre estoy flotando, como el aire. Mi cuerpo hace mucho no tiene peso, sólo quizás por los sueños. Me pasa mucho, me pasa seguido.
Quizás sea por la presión de conseguir trabajo, tengo uno, pero no encuentro el que quiero, el que me de seguridad, será talvez por las deudas, por las traumas existenciales, por la presión social de ser alguien en éste mundo de metal, por el deseo incontrolable de descubrir qué hay más allá de la muerte y desesperarme por no saber cuando estoy dormido o despierto. Malditos sueños, me hacen soñar mucho, demasiado. Como cuando deseo ser un cigarro sin saber fumar, cuando quiero ser una vela sin miedo a desaparecer cuando se consuma por completo. Anhelando ser el humo de un cigarro antes de extinguirse. O una palabra después de ser dicha.........Talvez es porque tengo miedo de morir y quedarme atrapado en un sueño, en un maldito sueño que me abraza cada noche y comienza a asfixiarme, comienza a hartarme, comienzo a odiarlo.......
Quizás sea eso, quizás sea que pienso demasiado y vivo poco tiempo en ésta realidad y paso más tiempo en el universo imaginario. Buscando el camino amarillo que no llega, que no aparece por ningún lado y amenaza con nunca llegar.
