miércoles, agosto 29, 2007

La Mandarina


Los dientes de la mandarina, saborean el eco de tus labios.
Esos dientes que conservan tu sabor,
los mismos barrotes cítricos que acaricio con mi boca,
para probar el recuerdo de tu lengua,
percibir el residuo de tu aliento,
un olor mojado,
con sudor naranja,
con saliva de flores ácidas,
húmedas,
fragmentos bucales,
que permiten saborear un poco de tí.