lunes, enero 08, 2007

No siempre llegan a todas partes




Ella es Eliza, tiene 5 años y es una niña preciosa, totalmente alegre y sincera, tiene los ojos más grandes y brillosos que he visto en una pequeña niña. Ella al igual que mi sobrina, tienen algo en común, le pidieron a los reyes magos que les trajeran una 5 lápices azules, un cuaderno y un libro para iluminar, una lonchera de las Chicas Súper Poderosas, y una muñeca. Lo más seguro es que el lunes ya lo tengan, los magos hayan cumplido su sueños, quizás más tarde, pero siempre llegan. El sábado toda la ciudad se había convertido en un inmenso mercado, parecía que el día del juicio final se acercaba, toda la ciudad enloqueció, sabían que los reyes habían llegado, los niños se preguntaban si podían verlos en alguna esquina, en las calles o en el cielo (porque ya era de noche), así que toda la ciudad desde el zócalo hasta Insurgentes era un caos. Lo curioso es que nadie protestó, todos sabían la razón del caos.
Había una gran ilusión en los ojos de todos los niños que había en todos lados, nunca había visto tanta esperanza, ni siquiera cuando es navidad, los niños esperan la magia de 3 reyes magos de oriente en sus casas, qué gusto, qué emoción, qué lindo, qué padre.
La mayoría de los niños recibirán algo, lo que los reyes puedan darles, casi todos recibieron ese día algo, casi todos.

Lucio, tiene 5 años, vive en la colonia Doctores, y su padre es carnicero, él no entiende porqué nunca los reyes le traen lo que él pide sino otra cosa, siempre le traen un balón de fútbol y un carrito de plástico, pero él quiere otros juguetes, su padre le explica que es porque los reyes vienen muy lejos, y los juguetes que él pide tal vez ellos no los conozcan, pero que esté feliz porque hay a gente que no le traen nada, Lucio sólo sonríe con cierta resignación.

Pero está Luis, tiene 5 años, vive en la calle, no tiene casa, a veces se duerme en las esquinas de Miguel Ángel de Quevedo, otras más cerca o debajo de los puentes peatonales, cualquier lugar es bueno, siempre y cuando no haya frío. Él sabe que los reyes magos vienen en enero, los conoce y tiene la misma esperanza que los demás, él sólo pide que le traigan una torta con jamón y queso, un jugo o refresco, y una cobija para taparse del frío.
Quizás a él no le traigan nada los reyes, quizás no lo escuchen, porque Luis es un niño de la calle, es un hijo de nadie, no existe. Todos lo ven pero nadie lo conoce, Luis no es nadie. Los reyes no lo conocen, quizás su torta y su cobija nunca lleguen, quizás la inocencia de Luis termine pronto, con ella su esperanza..... Porque él sabe bien, que los reyes no siempre llegan a todas partes.