miércoles, diciembre 06, 2006

El alma es el cuerpo y el cuerpo es la danza


Bien por el Festival del domingo (03 dic 06), así se hacen las cosas, digan lo que digan salió muy bien, felicidades a todos y a todas. Bien por el esfuerzo, dedicación, disciplina, friegas, desvelos, chismes y demás cosas que pasan para que pueda salir bien la función. La coordinación y paciencia de todos, se vio reflejado en el teatro, a mi me gustó. No soy crítico, ni maestro, ni bailarín, ni coreógrafo, ni nada de eso, pero me gustó y las reconozco a todas por el esfuerzo que hicieron.
Bien por las maestras: Rosa María González en ballet, Karla León también en ballet, en jazz, en producción y demás, por el buen Ever Nahu López en Tango, y por todos, también hay que reconocer el apoyo básico del buen Rey, Maquinista, amigo y miembro incondicional de la compañía, el gran Toño. Gracias!!

En fin, felicidades a todos ustedes, a mi me ha encantado estar con ustedes aunque sea un ratito y aparecer cada dos años, pero lo disfruto y lo disfruté mucho.

Así pues, un merecido reconocimiento virtual (y público para quienes lo vean) para ustedes, mil aplausos para:
Karla León, Juan Antonio Sánchez, Karla Joan, Jorge Llerena, Samira Esquilano y Jorge Gómez en TANGO.
A TODAS LAS HADAS en Ballet, a la princesa, a las Hilanderas, Cortesanas y princesitas. Estuvieron muy bien todas. A Aurora.
A Lisset, increíble, neta, con el pájaro azul y sus múltiples personajes. Bien, qué chido neta, me gustó mucho.

En especial a las queridas e inolvidables Panteras: Andrea Ortíz, Daniela Salcedo, Alejandra y Mariana Vargas, Anahí, Miranda Tapia, Marisa, Elizabeth, Selma, Carolina, Danae, Karla, Mariana, Tania, Karen y Paola.

¡¡Arriba las panteras!! Hasta en la televisión salieron!! Le guste a quien le guste. A mi me gustaron.

Y bueno, ya iba a terminar pero debo reconocer nuevamente el trabajo de Karla en Danza Árabe, así que gracias a ti, se salvo toda esa sección. Je, je. Tú sabes.

Y bien por el Instituto de danza satélite que se la avienta valientemente cada dos años a presentar un festival así.
He dicho!"

Me sucede todas las noches antes de cerrar los ojos


Siempre sucede cuando me voy a acostar. De un lado del sillón tengo sentado junto a mí al diablo, enroscando su cola entre mi cintura. Y del otro al ángel que casi nunca habla, con cara de incertidumbre y asustado recargado sobre mí, abrazándome, poniéndome su brazo sobre mi hombro, sugiriéndome a través de estrategias faciales hacer lo correcto. La energía no miente, sin hablar sé lo que quieren los dos. El conflicto es que no quiero obedecer a nadie, sino a mí mismo, es ahí donde desaparezco y no puedo dormir. No me hallo, no me encuentro, pierdo mis ojos, mi cerebro endurece y los huesos se paralizan aún más.

Es justamente en esos momentos cuando la cola del diablo aprieta, tensa con una cálida maestría mi cuerpo, su sonrisa me llama, me seduce y a veces me atrae.
El ángel roza sus alas sobre mi espalda, me invita a volar, a olvidarme de todo, a convertirme a través de la fuerza en lo que quiero, pero no puedo. Mi cuerpo es débil, no tan fuerte como imaginé.

Lo peor es cuando quiero moverme, y hacerlos a un lado. Tengo la cola del diablo más pesada del mundo en mi cintura y las alas del ángel más grandes del planeta pesándome sobre mi espalda, casi reventando mis vértebras. A veces más pesadas, a veces menos. Pero siempre aparecen. Lo cómico es que no puedo matar y tampoco volar. Estoy confundido, cada vez me parezco más a ti, cada vez quiero ser más hombre, más perfecto.... Y es ahí cuando me duele y se electrocuta mi alma. Como el cuerpo de un automóvil destartalado mi cuerpo comienza a quejarse, sólo quiere descansar, no cambiar el mundo, tampoco ser el hombre ejemplar, mucho menos morir y quizás a ratos vivir un poco en la madrugada.
Así lo quiero, así lo sueño, así lo espero. Todos los días es igual, todas las noches muero de la misma forma. Espero pronto sea mejor.............hasta mañana.