domingo, noviembre 26, 2006

PLENITUD!!!!!


Hoy me siento pleno, después de 27 años de soledad, de alegría, de no se qué, de lo que sea, de vida, hoy me siento pleno. Satisfecho de ser y estar aquí. Sin más. Así es.
Un día como hoy sería perfecto para morirme, en paz, tranquilo, satisfecho.
Es cuando siento que puedo acariciar los planetas inexistentes, galaxias cercanas de mis neuronas y sentir cómo se marean y se agitan excitadas, con ganas de explotar, de renacer.
Clímax del ser, de mi cuerpo, de toda la piel. Es cuando te sientes vivo y feliz de estar existiendo en el universo. Un día como hoy sería perfecto para morir, aunque ya no quiero desaparecer, sólo por hoy. Sólo esta noche, quiero más vida, quiero más de mí. Me siento bien, me siento completo.
Hoy quisiera tocar los arcoiris escoceses, saborear su paisaje y comérmelo por los ojos, por el ombligo, conocer a los duendes que cuidan el tesoro mágico dorado, y ayudarles a que nadie lo encuentre jamás. Ver al monstruo del Lago Ness y conectar mi mirada en sus ojos.
Poder ver a Medusa sin morirme, besarla suavemente en sus labios secos y morados, pacíficamente, acariciar su rostro, volver a mirarla fijamente, cariñosamente y marcharme con mi escudo en la mano. Contar cuántos minotauros han existido en éste mundo y en el real, aquel que no existe más que en los cuentos de terror. Contar una por una, todas las margaritas que existen en la tierra. Tomarme una cerveza bien fría con Dios en Coyoacán, y reírme con él. Abrazarlo y dejar que yo pague la cuenta. Eso sería increíble, así lo quiero, así me gustaría que pasara.
¡Tomarme una cerveza fría con Dios en Coyoacán! Lo estoy viendo, me gusta la idea.
Invitar a la sirena que imagino todas las noches a mi cama, juntos, solos, nadando entre las sábanas del viento y el calor de sus escamas, fundiéndonos en un deseo efímero pero a la vez eterno.
Me gustaría también ver a Pulgarcito y decirle que a veces me identifico con él, convertirme en uno de sus iguales por instantes, imaginar cómo vamos a conquistar el mundo y el bosque, fumando juntos una pipa, tomar mate o un tequila dentro de una hoja verde y fuerte, protegiéndonos de todo. Pasando una tarde fría llena de sabores que emite el calor de la tierra. Estar de frente con un calamar gigante, de esos que imaginaba Verne y preguntarle si conoce a Neptuno, o si no se aburre de estar allá abajo y no subir a conquistar una nueva galaxia. Le preguntaría si le gusta la poesía de Sabines o prefiere su propia poesía subterránea. Me gustaría saberlo.
Quisiera ver de lejos al Quijote y a Sancho Panza, antes de llegar a los molinos gigantes. ¡Suerte aventureros, suerte par de locos! Les diría, sin que me escuchasen. Y después consolar a Romeo antes de suicidarse.
Eso me gustaría mucho de verdad. Pintarme el pelo de naranja sin que nadie me vea, abrazar a los árboles silenciosamente. Shhh, en silencio. Y escuchar los mensajes de la tierra que tiene para todos.
Seguir el camino amarillo del que tanto me han hablado desde chico y toparme con un hombre de hojalata preguntándome dónde puede conseguir un corazón nuevo para llenar el hueco que tiene en su pecho. Levantar la mirada y ver entre las nubes y el cielo púrpura una alfombra voladora confundiéndose entre las aves.
Más tarde, despedirme de Van Gogh en su casa del campo antes de suicidarse y caminar por su casa. Saborear las nubes sin haberlas tocado jamás y volar en el lomo de una mosca torpe y distraída, completamente ciega. Platicar con las hormigas acerca del amor y de la mujer que tanto quiero. Volverme a enamorar de ti. Y creer nuevamente en el esqueleto inquieto que llevo detrás de ésta arrugada y extraña piel.
Ese día sería perfecto para morir, un día que nadie lo imaginara, que nadie lo olvidara, un 36 de febrero por ejemplo, un día como hoy, donde pueda escribir sin prejuicio, sin miedo a mí mismo, sin miedo a ustedes, sin miedo absolutamente a nada. Escribir con un dedo mi nombre en una playa virgen con olor a deseo y soledad.
Después que el mar borrara mi nombre, escribiría luego: Pleno.

26 de noviembre de 2006

jueves, noviembre 23, 2006

cuando me

traicionan las mujeres, me gustan los perros.

miércoles, noviembre 22, 2006

Soy la piedra amarilla


No es precisamente amarilla, pero soy amarillo. En la imagen no sale igual pero por dentro sí lo es. Ahí no estoy solo pero hay muchas piedras como yo que se situaron en el mismo punto a lo largo y ancho del mundo, esas coincidencias!! Esas que llegan cuando menos lo esperas y cuando más lo necesitas. Sagradas piedras, benditas piedras!!

martes, noviembre 21, 2006

¿Dónde estás?


No te puedo ver, pero sé que existes,
porqué te vas cuando más te necesito.
Sé que existes, sé que puedo estar contigo.
Sólo falta que tú quieras y empieces a desearlo...

lunes, noviembre 20, 2006

Tú mientes, yo miento, todos mentimos


Qué linda vida, llena de mentiras, engaños. Todo es una farsa, una ilusión, un fallido montaje.

BABEL


IMPACTANTE, realmente pocas veces he visto una pelicula tan realista, bien lograda, pensada, escrita, dirigida y absolutamente humana. González Iñárritu y el buen Guillermo Arriaga hicieron una verdadera película, abordando el verdadero tema que nos importa a través de situaciones límites verosímiles: La auténtica emoción humana.
Un diez para ellos, es un orgullo saber que mexicanos están haciendo cosas tan interesantes por todo el mundo, sí mexicanos, nosotros, no gringos, ni europeos, ni asiáticos, MEXICANOS!! Arriba, bien por "El Negro", Memo Arriaga, Rodrigo Prieto, el Gael y demás que participaron aquí. Neta qué chido por ellos y por todos, para que vena los gringos y el mundo que de México salen cosas chidas y cabronamente bien hechas, talento hay y de sobra aquí. La muestra ahí está!! Ustedes juzguen. La neta una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo, desde ahora de mis favoritas. Va, qué chido, qué bien..... Estoy impactado, recuedo cómo todo el cine se quedó en silencio cuando la película terminó, me dió gusto porque supe que los había impactado igual que a mí y eso sólo sucede cuando algo es bueno, cuando se tocan sentimientos, emociones, un pensamiento, y justamente eso es arte.

Éste es el verdadero cine, no las .... cosas esas que nos venden e imponen en los cines, puras estupideses; después de ver BABEL, se agradece que se hagan este tipo de películas, y por cierto, a esos ardidos que se la pasan quejandose y criticando todo lo que se hace por todos lados, y sobre todo ésta película (y el laberinto del Fauno), les digo a todos ellos que antes de hablar, actúen o cállense, hagan una pelicula como ésta, escriban un guión como éste, si lo logran, y superan lo que ya se hizo, mis respetos, sino les aconsejo que se callen.

Qué excelente película, realmente me encantó, me impactó, es ampliamente recomendable para todos, para todo el mundo!!
Bien por el talento mexicano, bien hecho!!

BaBeL: Si quieres entender, escucha

domingo, noviembre 19, 2006

Te ando buscando


para darte lo que te mereces....

lunes, noviembre 13, 2006

Nada, absolutamente nada para hoy


Dicen los sabios, que lo mejor es callar cuando se tiene nada que decir, es mejor el silencio cuando no hay nada que escribir. Silencio..... Esta noche no hay absolutamente nada que decir.

domingo, noviembre 12, 2006

A ti, donde estés a cualquier hora


GABRIELA
Princesa, mi princesa coyoacanense, dueña de lo que sueñas, dama de lo inalcanzable, misteriosa, conquistadora de mis pensamientos, maliciosa, hermosa, tú. ¿Qué hago para tenerte, qué puedo hacer para tenerte?
¿Te envuelvo mi corazón?
¿Te regalo mis ojos?
¿Me corto la oreja izquierda y te la doy en una servilleta?
¿Me arranco la lengua?
¡Dime qué quieres que haga para demostrarte que te quiero!
¿Te regalo más versos?
¿Destrozo cada uno de ellos en mi garganta, en mi mente, en el estómago, en el recuerdo? ¿digo mas mentiras, me destrozo la lengua para nunca volver a hablar?
¿Me cambio de rostro, me cambio de nombre?
¿Volvemos a empezar?
¿Qué tengo que hacer para que me creas?
(aunque sea poquito como tú dices)
¿Qué tengo que hacer para que me quieras?
¿Qué debo hacer para que me beses?
¿Qué prueba tengo que pasar para te des cuenta que te quiero bien? Enfrentarme a Medusa, matar a un dragón, llegar a la dimensión desconocida, comerme la luna de jícamas de las que me hablas, de aquella luna que has creado, convertirme una noche en tu gato, en el frío para cubrirte, en el calor para sentirte, o llegar hasta el laberinto del fauno para demostrarte que la esperanza y los sueños existen.

¿Qué necesito hacer? Dímelo por favor, antes de que muera, o antes que desvanezca lo que siento dentro.
¿Es tan difícil quererme?..........
Yo sólo te quiero, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto, minuto a minuto. Minuto a minuto, como en tus sueños.
Siempre, cada noche, cada frío, cada sentirte, cada clase, cada instante.

Guillermo


12 – Nov- 06 / 1:21 am

Simplemente Alicia


Alicia, en tí confío todas las noches, ayúdame, te necesito, llevame a tu mundo.

Alicia debería arrancarme el corazon al absurdo

ABRIL 2006

“ALICIA DEBERÍA ARRANCARME EL CORAZÓN AL ABSURDO”.

Si, a veces pasa que me siento como un roca, esa roca que cae, que cae, que cae, no termina de caer y jamás llega al abismo. No encuentra fin en su caída. Un mundo donde Alicia aparece nuevamente en mi mente, jugando esta vez con piedras amarillas que representan mi conciencia y mi debilidad, mi falta de talento nuevamente ante esos molinos gigantes de poética sabiduría. Donde aquí ya no hay lugar para una tetera dulce y gentil. Sin embargo en el fondo éste malestar es bello, con milímetros de poesía, no mucha pero suficiente, la necesaria para tocar un pedacito muy pequeño, pequeñito de nube blanca como los calcetines de algodón que alguna vez perdiste o tus únicas y características zapatillas amarillas que me encantan.
Pero dónde quedo yo? En la nada, en el abismo, en el cielo, olvidado en el desierto de la melancolía desastrosa y monótona, harto de sentir el mismo color en mis recuerdos y aburrido de quejarme de la misma plegaria, o quizás flotando en el mar púrpura más lejano del planeta.
¡Simplemente no quedo en ningún lado! Quizás perdido y fragmentado. Otra vez en el desierto, quizás en algún cementerio en ruinas, o tal vez en palabras llanas y sin sentido. Efímeras y destrozadas por el viento de abril. Volvemos a empezar, volvemos a la nada.
Como Alicia en el País de las Maravillas, en su búsqueda interminable de alcanzar al conejo blanco. Sólo que esta vez, no hay Alicia y tampoco un conejo blanco, ni psicodélico como los que imaginaba Cortázar.

Alicia debería arrancarme el corazón al absurdo. Exprimirlo con fuerza .Y arrojarlo a lo desconocido, allá donde no pueda más sufrir. Donde sólo ella sabe que no hará daño ni molestia a nadie, donde ya no hay amor, ni esperanza. Nada. Donde el dolor ya no arda.
Se congele ahí para siempre. Y me regale uno nuevo. De esos que no sienten. De esos que necesita una piedra.

¡Para que jamás vuelva a sufrir! Que no se caiga en millones de trocitos irreparables.
Que sea de plástico, que sea inútil, que sea desechable, que sea cursi, que sea extraño, que sea sin forma y sin sentido, que no sepa a nada y que no tenga colores.
¡Quiero un corazón así! Le pediría que me cambiara inmediatamente éste que tengo por el de ella, o por el del gato o el que me encomendaran los siameses. Pero que no sea el mío, nunca más.

Alicia, por favor. Regálame un corazón con el que no se sufra. ¡Invéntalo, tú que puedes! Genéralo, uno especial para mí. Hazme uno mágico, de esos que sólo tú conoces.

El mío arrójalo a la basura, destrúyelo, aniquílalo, vomítalo, escúpelo y devóralo nuevamente para que nunca se vuelva a usar.

Llévatelo al arco iris, o dáselo a la oruga pensante y que le ponga un nuevo nombre, que le invente una nueva función, una misión absurda, tan absurda como es el amor no correspondido.

Pero no quiero un corazón que me lastime, que arda en mi pecho cada vez que respiro.
Dame uno fuerte, con carácter, que no acepte travesuras, sueños ni derrotas.

Alicia, te doy mi corazón para siempre, haz con él lo que quieras, regálaselo a la Reina ara que pueda degollarlo con gusto y satisfacción todas las veces que sea necesario. Que lo destruya y lo vuelva a degollar las veces que quiera, tal vez a ella le sirva más que a mí. O puedes arrojarlo al mar donde los cangrejos lo exprimirán sin piedad extrayendo el jugo del amor exonerado. Seco, irreparable.

O envuélvelo en una caja de hojalata y dónalo para algún peregrino que anhele un corazón oxidado y poco resistible al amor. Quizás él lo quiera, pero yo no.

Quiero un corazón nuevo, el mío ya no sirve, entiéndelo. Es obsoleto, anticuado, modesto y noble. Está pasado de moda, es uno tradicional de esos que se entrega sin condiciones, es de esos que ya nadie quiere. El mío me pesa llevarlo en mi pecho y en mi piel.
¡Anda Alicia! ¡Hazlo pronto! ¡Arráncamelo! Como si fuera la última vez que lo vieras. Mi alma me lo exige.

Quiero que me des un corazón duro, hueco, fatuo, áspero. Como los que necesitan las rocas. Un corazón resistente que aguante todas las heridas del tiempo.

Dame el corazón para una roca. Dame el corazón que necesito. Dame el que tú conoces o quizás el tuyo. Dame un corazón para esta carcomida y seca alma.

Al menos tú Alicia, disfrazas mejor el dolor y la confusión que yo, envuelto en esta arrugada y pesada prisión de roca.

La catarsis va desapareciendo, comienza a surgir efecto las pastillas amarillas de melancolía, y se desvanece el recuerdo de las lágrimas que escaparon ágilmente, derritiéndose entre mi armadura de sentimientos que ya no quieren regresar al mundo real.

Soy lo que soy y eso es todo. Una piedra enamorada sin razón.

Respira Alicia, vas bien, eso es muy bien. Lo has hecho muy bien, estás lista para seguir leyendo, escucha a la piedra, escúchala bien.

“Las piedras son sabias, a veces también lo soy yo. Recuerda que las piedras también aman y sienten”.

Llegó la noche, una noche más que comienza con arte y termina con dolor, un dolor que consume, que arde en el alma profundamente, aunque sea de piedra.

Guillermo Carballo

lunes, noviembre 06, 2006

La mañana de un lunes

Algún brujo ocioso me ha elegido para convertirme en un zapato. Un zapato viejo, sucio y gris. No en un sapo amarillo, ni en un ratón verde. Tampoco en una piedra púrpura de alguna playa virgen. No, nada de eso. ¿por qué no me hizo cuaderno o lápiz? O quizás comida: dulces o chocolates, chile o sal. ¿Porqué me escogió a mí? ¿Porqué no te escogió a ti o a cualquier otro? No, no, nada de eso, no eres tú ni ellos un maldito zapato, soy yo. Desde hoy tendré que acostumbrarme a mi nueva vida. ¡Soy un miserable Zapato!
Eterna condena nocturna

¡Qué extraña y divina es la sensación de mirarse al espejo sin reflejo!
De sentirse muerto
De verse muerto sin estarlo.

Qué extraña y divina sensación es ser tan diferente.

Qué extraña sensación es sentirse un poco muerto,
Completamente solo,
Una sombra simplemente. Siendo una noche eterna,
Siendo un poco de negro,
Un poco de muerto,
Un poco de todo, un poco de muchos, un mucho de ti.

Extendiendo mi sangre con la noche
Evaporándome en la intimidad de la nada
Donde nadie me vea,
Donde el sol no nace y jamás existe.
Ahí estoy.
Condenado a ser un maldito eterno.

La sangre no puede pararme
La muerte ha elegido no descansar.
Demasiado tiempo para mí.

Eternidad que pesa más que las piedras
Una inmortalidad que la sangre no mata.
Ni siquiera con los filos de la noche.

Penando sin descansar,
Con la tortura seca y amarga de ésta inmortalidad.

Soy dueño de todo sin serlo
Cada noche soy el más querido, deseado.
Después de conocerme soy el más temido.
Revolviéndome entre el erotismo,
Cálido calor de tu cuello.

Así soy yo,
Tan infeliz que no puedo mirarme al espejo.
Tan insatisfecho como un simple mortal,
Tan imperfecto como tú.

Solo, noche, sólo muerte.
Sólo nocturna vida
Solo pesares pasajeros
Sólo un eterno sufrimiento.

Quisiera ser piedra,
Quisiera ser un pedazo del sol
Quisiera ser pino
Quisiera ser un dios.

Recordando en mi sangre caliente a mi creador.
Todas las noches, es la gran letanía.
Oraciones perdidas entre las cenizas.
¡Estoy condenado a estar conmigo para siempre!

Es demasiado tiempo para mí.
Seca y oscura muerte diaria.
Fría y áspera lengua me espera
Atormentándome cada noche.

Prisión adherida en mi piel,
Tatuada en mi sangre,
En mi boca, en mis labios.

Comprometido a ésta vida sin final
Debido a tu egoísmo.
Todas las noches que existan
Estoy condenado a ti.

Soy lo que una vez fuiste, un recuerdo.
Un alma.

Soy un muerto con un pedazo de vida
que se consume cada instante,
soy un esclavo de la sangre, de ti.

Soy tierra, soy todo y nada.
Soy noche, sin reflejo.
Soy fuego, calor, arte y deseo.
Soy un odio, soy una simple alma.

Guillermo Carballo
(lunes, 11 septiembre 2006).