"Que se encueren, que se encueren"....gritábamos los cuatro adentro del bar a cada persona que pasaba cerca de nosotros. La mesera, los meseros, las chavitas que bailaban a nuestro alrededor. Entre nosotros mismos. La regla era enseñar algo de nuestro cuerpo frente a todos, y lo hicimos. Fue buena peda, entre porras, bailes y sudor. Hicimos una buena noche los cuatro. Era de madrugada y nos corrieron, pero no queríamos parar. Las calles de coyoacán en la madrugada se ven distintas, de noche todos los gatos son pardos, pero también de madrugada todos se quieren encuerar. No sólo Tunick y Facundo pueden desnudar a los mexicanos en las calles, nosotros también pudimos, de cada 5, cuatro se quitaban algo de ropa en frente de todos; cuál moral?? Todos tienen una doble moral en ésta ciudad, todos, sólo que nadie lo acepta.
Recordé un programa de Facundo que hizo hace como un mes, similar a lo que estábamos haciendo nosotros en ese momento, en fin. Nos fuimos, ya con el tequila que llevábamos en la sangre. Pues hay que seguirle a mi casa, dijiste. Y pues todos dijimos que sí y compramos dos vodkas de 25 varos cada una en un Oxxo, eso fue lo que nos partió, no recuerdo la hora, pero era señal de irse a trabajar, todos teniamos cita laboral el sábado, eran ya casi las 7.00am, la cruda había empezado.
El cuerpo me pasó la factura de lo que habíamos consumido, el cuerpo no es tonto, expulsa lo que no le sirve, lo que le quema te lo reclama, y necesita curarse.
Todo el sábado fue una cruda absolutamente infernal, desde la mañana hasta la noche, dormí todo el día, 11 horas seguidas, el ardón en el estómago y los mareos se sintieron más agudos que nunca, ahhh no había comido antes, pensé, pinche vodka barato me hace mal, no me puedo levantar.
Ya no le quiero meter tantas madres a mi cuerpo, necesita descansar, si no es una es otra, la cruda me duró todo el sábado y parte del domingo....pues qué tenía ese pinche vodka, estába adulterado, no era vodka, fue el tequila, ahhh no sé, lo que sí ya pasó, tu cuerpo y las sonrisas de mis sobrinos era lo único que me aliviaba, era lo único que pasaba en mi cabeza, mientras tomaba mis remedios caseros para bajar la cruda.....Lo que sí comprobé es que al mexicano le encanta encuerarse con cualquier pretexto, eso sí, de eso sí me acuerdo.
Me voy, pero Facundo (osea yo, el doble de facundo, según Maquiavélica), amenaza con regresar a las calles de la ciudad con toda su banda, algo se me ocurrirá pronto, eso es definitivo.
