martes, diciembre 27, 2011

Reconciliándome con la vida

Ayer, pude conocerte otra vez, encontré otra vez el MAR, y el mar, me enseñó a amar, me enseñó a nacer de nuevo; esta vez, con mucho más claridad, más abierto, más humano, más fuerte, más espiritual, para limpiar el pasado, iniciando con la contemplación del silencio, y aprender a callar y sentir, para poder abrirme a los demás, como las pupilas del universo que aterriza su mirada en nosotros, guiado por el amor, el amor en sus diversas formas, algunas de ellas humanas y otras necesariamente pasajeras pero inolvidables, por eso aprendí a callar, observar y sentir, eso me enseñó el mar; a SER hombre, a sentir la intensidad de la vida a través de su textura, su recuerdo, su voz.

Gracias MAR por cubrir mi vida, estés en el cielo, en el fuego, en la tierra, en el agua, en mi mente, en los hombres, siempre te voy a dar amor, porque tú me regalaste el don de amar.

1 comentario:

Sirena dijo...

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