lunes, noviembre 06, 2006

La mañana de un lunes

Algún brujo ocioso me ha elegido para convertirme en un zapato. Un zapato viejo, sucio y gris. No en un sapo amarillo, ni en un ratón verde. Tampoco en una piedra púrpura de alguna playa virgen. No, nada de eso. ¿por qué no me hizo cuaderno o lápiz? O quizás comida: dulces o chocolates, chile o sal. ¿Porqué me escogió a mí? ¿Porqué no te escogió a ti o a cualquier otro? No, no, nada de eso, no eres tú ni ellos un maldito zapato, soy yo. Desde hoy tendré que acostumbrarme a mi nueva vida. ¡Soy un miserable Zapato!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mejor que te escogiera a ti que a mí, je je je.
Ya fuera de broma, como ves ya por fin pude abrir la ventanita, y me encantará leer lo que decidas escribir.
T.Q. tu prima